miércoles, 22 de enero de 2014

Práctica 11

Un día de dignidad
Miles de venezolanos han salido beneficiados gracias a La gran Misión de Venezuela donde le han ofrecido viviendas dignas a personas con bajos recursos
Era un lunes un poco nublado por la tarde. Ella, se colocó una camisa de tiras y unos pantalones ajustados. Tenía una reunión para cuadrar un evento donde ella bailaría. El dueño del grupo la invita a su casa junto a sus compañeros de trabajo para cuadrar la logística. A las dos de la tarde, Itza, estaba entrando al metro para encontrarse con ellos en la estación Los jardines que se encuentra en El Valle.
Al salir del metro se encuentra con los muchachos para ir todos juntos al lugar de la reunión. Fueron dos cuadras llaneras. Ellos hicieron un pequeño circulo alrededor de ella para que “no le pasara nada” porque había mucho loco suelto.
Ella caminó esperando a cruzar al edificio de la izquierda. Pero, no, siguieron directo al edificio que tiene los ojos y la firma de Chávez. Lo que ella nunca se imaginó es que el dueño vivía en una vivienda digna. No fue una cuestión de desagrado, sino de sorpresa.
Una señora que estaba en la puerta en una posición bastante cómoda y con ropa reveladora le recordó a Alexis, el dueño del grupo, que estaban colocando las llaves a la puerta principal para tener un poco menos de inseguridad. Mientras, un grupito de muchachos, veía a Itza cuidadosamente.
Alexis no tenía ni un mes viviendo ahí y los ascensores ya no servían. Las escaleras estaban llenas de basuras en las esquinas y las puertas eran de metal. Pero, subieron rápido y sin ver a los lados. Había varios olores pero todos eran desagradables, era una mezcla entre orine y basura. El color predominante era el ocre y había varios rayones en la pared queriendo simular una especie de graffiti.
La gran Misión Venezuela sustituyó en Caracas 584 ranchos por hogares dignos y tan solo en el 2013 han sido acondicionadas más de 175 unidades habitacionales. Chávez comenzó esta misión para las elecciones presidenciales del 7 de octubre.
Lilibeth, la esposa de Alexis decía que a las 8 de la noche cerraba la puerta y se acostaba en su cama a tratar de dormir. Pero, no lo lograba por el miedo que tenía de se metieran a su casa. Ella le oraba a su Dios para que esos sonidos que escuchaba en la noche fueran solo su imaginación.

En Venezuela más 2.133 familias estrenaron sus nuevos hogares. Aunque eso no los despreocupa de la inseguridad en el país e incluso en el mismo edificio. Las instalaciones han sido maltratadas por colocar motos en los ascensores para protegerlos de los robos. Alexis le respondió a su esposa que si llega un día muy tarde de un evento se queda a dos cuadras con su mamá porque a esa hora no se atreve a llegar a vivienda digna. La mujer asciende con la cabeza dándole toda la razón aun cuando eso signifique quedarse sola en su hogar.

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