Un día de dignidad
Miles de venezolanos han salido beneficiados gracias a La gran Misión
de Venezuela donde le han ofrecido viviendas dignas a personas con bajos
recursos
Era un lunes un poco nublado por
la tarde. Ella, se colocó una camisa de tiras y unos pantalones ajustados.
Tenía una reunión para cuadrar un evento donde ella bailaría. El dueño del
grupo la invita a su casa junto a sus compañeros de trabajo para cuadrar la
logística. A las dos de la tarde, Itza, estaba entrando al metro para
encontrarse con ellos en la estación Los jardines que se encuentra en El Valle.
Al salir del metro se encuentra
con los muchachos para ir todos juntos al lugar de la reunión. Fueron dos
cuadras llaneras. Ellos hicieron un pequeño circulo alrededor de ella para que “no
le pasara nada” porque había mucho loco suelto.
Ella caminó esperando a cruzar al
edificio de la izquierda. Pero, no, siguieron directo al edificio que tiene los
ojos y la firma de Chávez. Lo que ella nunca se imaginó es que el dueño vivía
en una vivienda digna. No fue una cuestión de desagrado, sino de sorpresa.
Una señora que estaba en la
puerta en una posición bastante cómoda y con ropa reveladora le recordó a Alexis,
el dueño del grupo, que estaban colocando las llaves a la puerta principal para
tener un poco menos de inseguridad. Mientras, un grupito de muchachos, veía a
Itza cuidadosamente.
Alexis no tenía ni un mes
viviendo ahí y los ascensores ya no servían. Las escaleras estaban llenas de
basuras en las esquinas y las puertas eran de metal. Pero, subieron rápido y
sin ver a los lados. Había varios olores pero todos eran desagradables, era una
mezcla entre orine y basura. El color predominante era el ocre y había varios
rayones en la pared queriendo simular una especie de graffiti.
La gran Misión Venezuela sustituyó
en Caracas 584 ranchos por hogares dignos y tan solo en el 2013 han sido
acondicionadas más de 175 unidades habitacionales. Chávez comenzó esta misión para
las elecciones presidenciales del 7 de octubre.
Lilibeth, la esposa de Alexis decía
que a las 8 de la noche cerraba la puerta y se acostaba en su cama a tratar de
dormir. Pero, no lo lograba por el miedo que tenía de se metieran a su casa.
Ella le oraba a su Dios para que esos sonidos que escuchaba en la noche fueran
solo su imaginación.
En Venezuela más 2.133 familias
estrenaron sus nuevos hogares. Aunque eso no los despreocupa de la inseguridad
en el país e incluso en el mismo edificio. Las instalaciones han sido
maltratadas por colocar motos en los ascensores para protegerlos de los robos.
Alexis le respondió a su esposa que si llega un día muy tarde de un evento se
queda a dos cuadras con su mamá porque a esa hora no se atreve a llegar a
vivienda digna. La mujer asciende con la cabeza dándole toda la razón aun
cuando eso signifique quedarse sola en su hogar.